
15 Dic Las temidas Navidades de los padres separados
¡Feliz Navidad! Aunque no para todos… Estas fechas pueden convertirse en las temidas Navidades de los padres separados, por muchas razones. Desacuerdos en cuanto al régimen de estancias, sobre los regalos, problemas con terceros y familiares cercanos… Pero que no cunda el pánico, todo tiene solución. Vamos a ver qué posibilidades existen y cuáles son los consejos que los abogados solemos dar para pasar estas fiestas de la mejor manera para nuestros hijos, aunque no sea juntos.
¿Cómo repartimos estas fiestas?
En principio, el periodo de Navidad se reparte según lo estipulado en Convenio Regulador. Ya sabéis que este documento es la guía que debe servir de faro a toda familia separada. Aunque ello no implica que si los padres, de común acuerdo, quieren hacer algún cambio, lo puedan consensuar apartándose de lo recogido en él.
Si todavía no tenéis medidas que regulen vuestra relación, lo más habitual es dividir este periodo en dos, siguiendo el calendario escolar. Normalmente, los colegios dan un periodo vacacional de 15 días, que se puede repartir así:
1) Del ultimo día lectivo al día 30 de diciembre, desde la salida del colegio hasta, por ejemplo, las 17.00 horas.
2) Del día 30 de diciembre a las 17.00 horas al primer día lectivo.
De esta manera, los niños pasan estas fechas familiares con ambos progenitores. Y se dividen así los días especiales, que suelen ser Nochebuena, Navidad y Nochevieja.
En caso de discrepancia, lo que suele estipularse es que en años pares elige la madre, y en años impares elige el padre.
Por otro lado, la familia paterna y materna es muy importante para el desarrollo de los hijos. Hay que intentar que los abuelos, tios, primos… También puedan disfrutar de tiempo de calidad con los menores.
El día de Reyes
El día de Reyes es probablemente el más importante para los niños. Lo viven con ilusión y magia, incluso desde el día anterior en el que muchos acuden a la cabalgata. Los padres deben intentar que esto continúe así a pesar de la separación.
Por eso, este día suele dividirse en dos. Por la mañana pueden estar con el progenitor con el que se encuentren (es decir, al que le haya tocado el segundo periodo). Y que por la tarde lo recoja el otro progenitor para ir a por los regalos de Reyes a la otra casa.
Los niños hiperregalados
Este “síndrome” puede darse tanto en hijos de parejas separadas como no. Pero lo cierto es que, cuando nos encontramos con niños que reciben regalos en dos casas diferentes (¡o incluso más!), puede ser más evidente.
El problema de esto es que los niños no dan valor al esfuerzo de los familiares, al tener tantísimos regalos. Se convierten en niños desilusionados, consumistas y egoístas desde tan tierna edad.
Es mejor, por el bien de los niños, que los padres se pongan de acuerdo en este punto, y que convengan regalar una o dos cosas por casa, no haciendo trampas para intentar “comprar” a sus hijos. De este modo, los padres se muestran unidos a la hora de fomentar una serie de valores en los más pequeños.
Hay que intentar que estas fechas dejen de ser las temidas Navidades de los padres separados, y sigan siendo ilusionantes para los más pequeños. Ya no hay excusas para no juntarnos, como por desgracia nos ha ocurrido estos últimos años. Los abogados siempre pedimos un esfuerzo extra a los padres en estos días para que intenten dejar a un lado sus diferencias y piensen en sus hijos, y lo que realmente desean.
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